Podría remontarme a la prehistoria cercana y decir que todo empezó hace algunos años, y sí, pero en tiempos más recientes también me he vuelto más excéntrico en esto de lo social; para decirlo de otro modo, cada vez mi relación con los demás se vuelve compleja, extraña, incómoda, rara; y siento que algún día me va a ocasionar muchos problemas esta forma de ser.
Les platico algunos casos de la vida real para ejemplificar:
-Hace unos días me habló una amiga. Primero me mandó un mail para invitarme al teatro, para que nos vieramos, pues hace mucho que no nos econtrábamos. Le dije que no podía, que no tenía tiempo que por la escuela y por el trabajo, y que además no me interesaba mucho ir al teatro. Me respondió que ya sabe que a nadie le da tiempo por el trabajo pero que de todas maneras quería verme, que le urgía. Me tardé en contestarle el mail y me habló por teléfono; me volvió a invitar para vernos, que algo de mis dibujos y que me quería presentar a alguien, y, aunque historicamente siempre he cedido a sus presiones y accedo a salir con ella, esta vez le dije que no, que no tenía tiempo.Y pues quedó de llamarme en semana santa, que tenía vacaciones.
La verdad es que no motivos para no verla, pero tampoco para verla. Sé que me invita en gran medida porque quiere contarme algo de su vida, y pues que la aconseje o algo. Yo no ando de humor para eso. Pero a pesar de todo me sentí un poco mal.
-El segundo caso de antisocialidad extrema fue hace unas 2 semanas. Salía de mi casa, camino a la escuela, y cuando apenas iba saliendo de la calle donde vivo me alcanzó un vecino de toda la vida que es taxista. Me pregunto que pa' dónde iba, -Al metro- le dije. -Yo te llevo, pa' allá voy.- me dijo. -No, gracias, me voy por acá en camión.- Y el vecino siguió su camino. Me sentí muy muy ojete por haberle dicho que no.
-El tercer caso ocurrió hoy y es muy parecido al anterior. Salí de la escuela y empecé a caminar a la avenida dónde tomo el camión que me lleva al metro. Esperaba a que cambiara el semáforo para poder cruzar la calle y de repente escuché que alguien me hablaba desde un carro que también esperaba el cambio de semáforo. Era una compañera de la escuela junto con otros compañeros quienes venían en el auto. Ella me preguntó que si yo iba al metro, dije que sí, entonces ofreció llevarme porque además iba a dejar a una compañera justo a ese metro. Nuevamente dije que no, así que prosiguió su camino sin mí. Y, al igual que con mi vecino, sentí que esta chica se ofendió un poco; además me volví a sentir muy ojete, muy mala onda y muy antisocial.
Hay una gran parte de antisocialidad en mis actitudes, pero otro gran pedazo lo ocupa alguna extraña característica mí que no sé qué es.
Les decía que esto me preocupa porque en muchas ocasiones necesito algo de alguien, cualquier cosa, y ya me cuesta trabajo ir a pedirle ayuda; por ejemplo, hoy necesitaba un pluma para hacer un examen y no quise pedirle a nadie.
Tiendo a creer que me además de ser poco afecto a lo social, también tengo muchos problemas para confiar en lo demás. Que además soy muy orgulloso como para pedir ayuda y que cada vez soy más egoista.
Me preocupa.

P.D. Luego retomo lo que yo considero como causa de esta desconfianza, y redonde y finiquito este post.